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Aunque el término TIC ya no sea tan utilizado como hace algunos años, cuando era omnipresente en todos los medios de comunicación, el concepto que designa sigue más vigente que nunca.

De hecho, este tipo de tecnologías nunca han dejado de expandirse y mejorarse, pasando a formar parte de nuestra vida cotidiana hasta extremos que eran difíciles de imaginar hace apenas unas décadas. Sin embargo, todavía existe una cierta confusión acerca de qué son exactamente las TIC y cuáles son las principales ventajas que ofrecen.

Por tanto, en este artículo veremos en qué consisten estas tecnologías y cómo se están utilizando en el ámbito profesional y personal para facilitarnos la vida.

¿Qué son las TIC?

Como ya sabrás, el acrónimo TIC se refiere a «Tecnologías de la Información y Comunicación».

Con esta expresión tan amplia, se trata de englobar todos aquellos desarrollos tecnológicos relacionados con la informática y las redes de telecomunicación, fundamentalmente ligados a internet (aunque no exclusivamente).

De hecho, en algunas definiciones se incluye también entre las TIC a tecnologías más tradicionales como la radio y la televisión.

De todos modos, cuando hoy en día hablamos de TIC, prácticamente siempre nos estaremos refiriendo a aplicaciones basadas en la computación y las redes informáticas. Por tanto, se trata de un tipo de tecnología imprescindible para el funcionamiento del mundo actual y que ha permitido implementar la transformación digital que hoy en día disfrutamos.

¿Para qué sirven las TIC?

Como acabamos de mencionar, las TIC son un activo esencial para el funcionamiento de nuestras sociedades a día de hoy.

Y es que tanto el trabajo como la formación y, por supuesto, el ocio, dependen cada vez más de este tipo de herramientas. Así, desde enviar un correo electrónico, hasta controlar el proceso de fabricación en una cadena de montaje o disfrutar de contenidos digitales, todo requiere una infraestructura tecnológica.

Actualmente, resultaría inconcebible un mundo sin Tecnologías de Información y Comunicación.

Por tanto, aunque resultaría imposible mencionar todas las posibles aplicaciones de las TIC, podemos señalar algunas de las más importantes:

  • Comunicaciones digitales instantáneas, a través de email, servicios de mensajería, videoconferencias, etc. Por supuesto, también el comercio electrónico depende directamente de estos sistemas de comunicación online.
  • Búsqueda de información. Internet ha permitido democratizar el acceso a la información de una forma rápida, barata y prácticamente universal. Así, el gigantesco volumen de datos inmediatamente accesibles desde cualquier parte del mundo ha transformado radicalmente nuestra forma de vivir, aprender y trabajar.
  • Automatización de procesos. La informática, la robótica y las redes de comunicación digital han permitido automatizar todo tipo de procesos de fabricación y producción, haciéndolos mucho más baratos, seguros y eficientes. 
  • Trabajo remoto. En los últimos dos o tres años, el trabajo a distancia ha experimentado un crecimiento vertiginoso en todo el mundo, impulsado por la crisis sanitaria y, obviamente, posibilitado por el gran desarrollo de las TIC. Todo apunta a que esta tendencia no dejará de crecer en el futuro inmediato, siendo un aspecto cada vez más valorado por los trabajadores a la hora de buscar un empleo.

Educación online y consumo de contenidos digitales. Cada vez más, una gran parte de nuestro aprendizaje y de nuestro ocio se vincula directamente con la tecnología.

Ventajas de las TIC

Las principales ventajas que ofrecen actualmente las TIC son las siguientes:

  • Mejor y más rápido acceso a la información. Internet permite un acceso inmediato y, a menudo, gratuito a todo tipo de información desde cualquier parte del mundo.
  • Inmediatez en la comunicación. Tanto el correo electrónico como los diferentes servicios de mensajería, videollamada y similares, permiten una comunicación barata y prácticamente inmediata con cualquier persona, con independencia de su localización.
  • Mayor eficiencia. El ahorro de tiempo y de costes que permiten las TIC supone una mayor eficiencia en procesos de producción, distribución, comunicación, etc.
  • Interactividad. Las Tecnologías de la Información y Comunicación posibilitan la comunicación bidireccional y una continua interacción entre los distintos actores. De este modo, se ha pasado de un consumo pasivo de contenidos a actividades que permiten un mayor protagonismo de todas las partes. Así, el contenido generado por el usuario (UGC), la interacción en redes sociales, la democratización del streaming o la comunicación directa entre consumidores y empresas, ocupan un lugar central en la sociedad de nuestros días.

Tipos de TIC

Existen muy distintas formas de clasificar las TIC, en función de criterios de lo más diverso. Dado que es imposible abarcarlas todas, mencionaremos algunas de las más destacadas:

1. Tecnologías de comunicación interpersonal

Tanto el correo electrónico, como las aplicaciones de mensajería instantánea o de videollamada y demás herramientas similares, son imprescindibles para comunicarnos en nuestro día a día, ya sea en el entorno profesional o personal.

Actualmente, sería inconcebible un mundo que siguiera dependiendo únicamente del correo postal o de la telefonía terrestre.

2. Comercio electrónico

Sin duda, la revolución del e-commerce ha transformado por completo la forma en la que compramos y consumimos bienes o servicios.

Así, por ejemplo, la facturación del comercio electrónico en España en 2021 ha sido de más de 57.700 millones de euros, con una penetración que ha alcanzado al 78% de los internautas en nuestro país.

3. Administración electrónica

A pesar del gran margen de mejora que todavía tiene, es evidente que la posibilidad de realizar todo tipo de trámites online con las administraciones públicas ha mejorado nuestra calidad de vida de forma muy notable.

Y es que, desde el pago de impuestos hasta la tramitación de todo tipo de solicitudes, resulta mucho más rápida, cómoda y sencilla gracias a las TIC.

4. Aplicaciones criptográficas

La tecnología de blockchain (sobre la que se basan las criptomonedas) es solo una de las muchas aplicaciones prácticas que permite la criptografía.

Así, por ejemplo, las herramientas de firma digital como las que ofrece Signaturit, han permitido dotar de mucha mayor agilidad y seguridad a todo tipo de trámites que antes requerían el uso de papel y la firma manuscrita.

5. Formación online

Sin duda, también el sector de la educación en línea está siendo uno de los más dinámicos en los últimos años.

De nuevo, esto solo ha sido posible gracias a las tecnologías de la información y comunicación, que facilitan la creación y distribución de contenidos educativos disponibles 24 horas al día, los 365 días del año.

Además, los desarrollos actuales han conseguido reforzar el aspecto interactivo y de comunicación, permitiendo una mayor humanización de la formación online.

6. Streaming y ocio digital

El ocio digital es, a día de hoy, omnipresente en nuestros hogares.

Desde plataformas de cine y series on demand, hasta las redes sociales, los videojuegos online y servicios de streaming como YouTube, Twitch y similares, casi todo nuestro consumo de ocio se basa en las TIC.

7. Servicios en la nube

Las tecnologías de cloud computing permiten almacenar y acceder a información de forma remota, con independencia del dispositivo utilizado.

Esto tiene infinidad de aplicaciones, tanto en el entorno profesional como personal. Así, desde el trabajo remoto hasta la gestión de copias de seguridad, pasando por los sistemas de videovigilancia, la «nube» ha pasado a ser una tecnología imprescindible en nuestro día a día.

En definitiva, las TIC han supuesto una auténtica revolución en nuestra forma de trabajar, aprender, relacionarnos y divertirnos. Pocos aspectos de nuestra vida diaria escapan a estas tecnologías.

Y, aunque también tengan su lado negativo, las grandes ventajas que ofrecen las hacen absolutamente imprescindibles de cara al futuro.